23.000 asistentes, según datos de la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Catalunya (FECAC), ha sido el balance de público que se ha dado cita en los actos programados para la celebración de la 51ª edición de la Romería del Rocío, que ha tenido lugar entre el jueves pasado y este lunes en el recinto de Can Petit, en Terrassa. Una cifra muy positiva, sobre todo si se tiene en cuenta la incertidumbre meteorológica que se ha dado en estas fechas. Afortunadamente, el buen tiempo ha estado presente prácticamente todos los días.
La Misa del Alba, oficiada este lunes por la mañana por el rector de la iglesia de Sant Martí, de Cerdanyola, Juan Carlos Montserrat, y que además ha contado con la música y las voces del coro de la Hermandad Nuestra Señora del Rocío de Santa Coloma de Gramenet, ha puesto fin a los actos. Ayer por la noche, las luces de todo el recinto se apagaron y éste apareció iluminado únicamente por las antorchas que las hermandades rocieras habían encendido para rezar el Rosario y homenajear, como así había sido también en actos anteriores, a la Virgen del Rocío. También en esta ocasión fue Montserrat el mosén encargado de la ceremonia, en la que efectuó el rezo de las diferentes estaciones del Rosario, acompañado por el coro de la Hermandad Nuestra Señora del Rocío Pastora Almonteña de l’Hospitalet de Llobregat.
Posteriormente, y trasladada por miembros de dichas asociaciones, la imagen salió en procesión para visitar las diferentes casetas de las entidades, cuyos miembros entonaron cánticos y pronunciaron frases de alabanza.
De jueves a lunes
Los actos se iniciaron el pasado jueves a las siete de la tarde con una misa en la iglesia de Sant Martí, de Cerdanyola del Vallès, oficiada por mosén Montserrat, a la que siguió el traslado de la imagen de la Virgen del Rocío hasta la capilla habilitada en el recinto de Can Petit, adonde llegó al anochecer.
Después de haber llegado escalonadamente entre el viernes por la tarde y el sábado al mediodía a Terrassa, las hermandades rocieras desfilaron a las seis de la tarde del sábado por el ámbito sagrado para presentar sus respetos a la Virgen, con sus simpecados, varas y demás ornamentos. Todas estuvieron encabezadas por sus presidentes y hermanos mayores. En esta edición, fueron 23 las hermandades rocieras: Santa Coloma de Gramenet, los Romeros de Barcelona, Pineda de Mar, l’Hospitalet de Llobregat, Rocieros de Carmona de l’Hospitalet de Llobregat, Pastora Almonteña de l’Hospitalet, Virgen de la Rocina de Sant Adrià del Besós, las Marismas, Cerdanyola del Vallès, Los Varales, Mataró, Pastorcillo Divino de l’Hospitalet, San Rafael Arcángel, Santo Ángel de Barcelona, Rubí, Badía del Vallès, la Blanca Paloma de Maçanet, Divina Pastora de Mataró, Pastora del Alba de Sant Adrià del Besós, Terrassa, La Pau, Badalona y Santa María de Las Arenas de Terrassa.
El mosén Juan Carlos Montserrat, Daniel Salinero, presidente de la FECAC, y otras autoridades -entre las cuales estaban el delegado del gobierno en Cataluña, Carlos Prieto, y el secretario general de Acción Exterior, Unión Europea y Cooperación de la Junta de Andalucía, Enric Millo- recibieron a los romeros.
La mañana del domingo se celebró la Misa Pontifical, oficiada por el obispo de Terrassa, monseñor Salvador Cristau Coll, que en un momento de la celebración del Santo Oficio pasó la palabra al presidente de FECAC, Daniel Salinero, quien hizo lectura del Credo. El coro de la Hermandad Nuestra Señora de Rubí puso música y sentimiento a la celebración. Por su parte, las hermandades desfilaron nuevamente ante la Virgen y, como también es tradicional, se distribuyeron por la capilla.