La Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Catalunya (FECAC) vivió ayer un momento histórico en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona al recibir la Medalla de Oro al Mérito Cívico del consistorio barcelonés. En la presentación de la Feria de Abril del año pasado, Jaume Collboni, por entonces candidato a la alcaldía barcelonesa, ya anunció que intentaría que la federación recibiera tal reconocimiento. Ayer, ya como alcalde, pudo hacer realidad la promesa que se había concretado en el pleno de septiembre de la capital catalana, cuando todos los grupos municipales acordaron entregar dicha medalla «por su tarea de difusión de la cultura y las tradiciones andaluzas, así como el fomento del intercambio de conocimientos entre culturas, y con motivo del 50 aniversario de la Feria de Abril de Catalunya y la 50 Romería del Rocío de Catalunya».
En el acto estuvieron presentes representantes del movimiento cultural andaluz en tierras catalanas, de diversos grupos municipales de los consistorios de Barcelona y Sant Adrià de Besòs, de la subdelegada del Gobierno en Barcelona, Josefa Beltran, y se contó con la presencia del expresidente de la FECAC, Francisco García Prieto. En su discurso, el actual presidente, Daniel Salinero, reconoció su labor al afirmar que la FECAC ya era merecedora de esa medalla cuando él presidia la entidad. Salinero, que se acordó de los que ya no están y que trabajaron duro para construir la federación actual, afirmó que era un día «que quedará marcado en nuestra historia, por lo que han hecho y lo que queda por hacer». Por su parte, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, destacó el gran papel que había tenido y sigue teniendo la FECAC en la cohesión de la sociedad catalana. «Barcelona es catalana y también andaluza», sentenció.
Un cartel modernista de amor a Barcelona
El acto en el Saló de Cent del consistorio barcelonés sirvió también para presentar el cartel de la 51 Feria de Abril de Catalunya, que se llevará a cabo en el Parc del Fòrum del 26 de abril al 5 de mayo. Obra de la fotógrafa barcelonesa de raíces gaditanas María del Carmen Longobardo, es todo un canto de amor a Barcelona. Representa una flamenca que camino a la Feria pasa por delante de la Casa Batlló y se enamora de su arquitectura, de sus colores, de sus texturas. Se mimetiza con el arte modernista de Gaudí para crear un traje de flamenca con el trencadís que utilizó el arquitecto catalán, con los botones en su espalda que se asemejan al dragón que corona el tejado del edificio, y la peineta es la cruz de cuatro brazos del edificio. Al cuello, la medalla de la Virgen del Rocío, porque después de la Feria llega la Romería.
