“La Feria de Abril es un altavoz de la identidad colectiva de Catalunya”

Entrevista a Jaume Collboni, presidente del PSC de Barcelona

RAÍCES ANDALUZAS. La Feria de Abril de Catalunya regresa al Parc del Fórum dos años después del parón provocado por la pandemia de Covid19. ¿En qué medida cree que es importante para la sociedad catalana que vuelva a celebrarse este acto?

JAUME COLLBONI. Barcelona está recuperando, poco a poco, su forma de vivir, de compartir y de promover la cultura, incluida la cultura popular. Recuperar y mantener los eventos, como la Feria de Abril en la ciudad, es fundamental y una pieza clave en la promoción de la diversidad cultural de Barcelona.

En esta edición, la Feria de Abril se va a convertir especialmente en la fiesta del reencuentro de Hermandades y familiares que se citan en las casetas, de amigos y amigas que durante estos dos años no han podido compartir ni el espacio ni el tiempo de feria y sobre todo, del reencuentro de miles y miles de personas que de forma anónima vienen, pasean, disfrutan de la música y el baile de las sevillanas, del “pescaito” y el “rebujito”, y de la increíble atmosfera que siempre se ha vivido y se seguirá viviendo en la Feria de Abril. Y cómo no, todo ello en el parque del Fórum, un espacio inigualable para vivir la Feria.

R.A. ¿Qué mensaje cree que lanza la celebración de un acontecimiento como este al resto del país?

J.C. Un mensaje único de convivencia y respeto por la diversidad. La Feria de Abril acoge a todo el mundo durante su celebración, no sólo a personas con orígenes andaluces. Es un espacio de respeto a la diversidad y a las personas que se acercan al parque del Fórum para disfrutarla. En definitiva, la Feria de Abril es un altavoz de la identidad colectiva de Cataluña y de todas las personas que vivimos en Barcelona.

También lanza un mensaje de impulso y motor de actividad cultural, social y económica para Barcelona. Impulso de la actividad cultural por el gran número de actividades que se van a celebrar durante la Feria, dentro y fuera de las casetas, un impulso social por la interacción que siempre ha habido entre personas de diferentes procedencias y un impulso económico porque la Feria se convierte en un espacio de actividad en sí misma a través de las casetas.

R.A. La Feria de Abril de Catalunya ha tenido, sobre todo los últimos años, una connotación política al ser utilizada por nacionalismos de un lado y de otro para alabarla o para criticarla. ¿Cómo se puede acabar con esta mala costumbre?

J.C. Viviendo la Feria con la “mirada limpia”, centrándonos en lo que es y representa como una fiesta de la ciudadanía en Barcelona, donde reivindicar las diferentes maneras de sentirse de aquí y de allá, con una forma de hacer propia, donde todo el mundo puede participar y acceder a las casetas sin necesidad de tener una invitación o pertenecer a una asociación. En definitiva, viviendo la fiesta como lo que es, un espacio abierto de tolerancia y diálogo cultural con respeto a todas las formas de sentirse parte de Barcelona.

R.A. ¿En algún momento dejaremos atrás el debate de si la Feria de Abril es o no es una manifestación de cultura catalana?

J.C. Los y las socialistas en Barcelona hace mucho tiempo que hemos superado cualquier debate sobre propuestas de identidad única construidas frente a la diversidad. Este es un debate que sólo interesa a aquellos que intentan justificar sus acciones sobre la “amenaza del otro”, centrado en resaltar las diferencias.

La riqueza de la sociedad catalana reside en la diversidad de las personas que la componen y en cómo esta diversidad, en este caso de origen, se convierte en un elemento multiplicador de identidad. Precisamente todo eso se pone de relieve durante la Feria de Abril. Si sumamos siempre iremos a más, si dividimos nos hacemos más pequeños y con menos capacidad de influencia a nivel global.

R.A. Esta es una Feria particular porque la organizan las entidades y no una empresa, como suele ser habitual. Durante estos dos años las entidades de cultura andaluza y las hermandades lo han pasado muy mal y lo siguen pasando mal ahora para volver a retomar la actividad. ¿Le han transmitido las asociaciones y hermandades de Barcelona dichos problemas?

J.C. La pandemia ha sido un golpe muy duro para toda la sociedad, y como no, también para las entidades y asociaciones de nuestro país. En el ámbito cultural las medidas que se tuvieron que tomar nos han permitido que el sector empiece a recuperarse de forma segura. Además, las políticas de incentivo y de promoción, como el bono cultural de Barcelona, han ayudado a la recuperación de espectáculos y actividades culturales.

Como primer teniente de alcaldía he tenido la oportunidad de participar en numerosas actividades de las asociaciones y hermandades de Barcelona, y les he trasladado mi apoyo en todo momento. El hecho de poder volver a celebrar la Feria de Abril hoy es una prueba de nuestro firme compromiso con la cultura popular y con las entidades que se encargan de mantenerla viva. Por eso seguiremos acompañando a las entidades como lo hemos hecho durante estos años, escuchando sus necesidades y trabajando codo a codo en la promoción de sus actividades.

R.A. Hemos estado tan centrados estos meses en la recuperación económica que se ha dejado al margen a la cultura. ¿Considera que la cultura popular y sus entidades no han tenido el apoyo institucional que se merecían?

J.C. Durante estos dos últimos años hemos estado trabajando para no dejar a nadie atrás, centrados especialmente en atender a las personas con menos recursos y que se encontraban en situación de mayor vulnerabilidad como las personas autónomas, para las que creamos una ayuda específica, pero también para los sectores de la restauración o el turismo.

Asimismo hemos continuado estando al lado de las entidades sociales y culturales de la ciudad, apoyándolas con fondos específicos y manteniendo en la medida de lo posible las subvenciones destinadas a su actividad ordinaria.  Estas acciones, además de ayudar a superar los momentos más duros de la pandemia, también han contribuido a mantener la vida de las entidades, lo que facilita que ahora puedan recuperar sus actividades de forma ágil y segura.

R.A. Este será la edición número 16 en el Parc del Fórum. En el pasado reciente se corrió el riesgo de que Barcelona no acogiera la Feria de Abril de Catalunya por cuestiones políticas. ¿Qué habría perdido la ciudad si la Feria se hubiera marchado?

J.C. Creo que tanto la ciudad como la propia Feria y las hermandades habrían salido perdiendo. Que la Feria de Abril se celebre en Barcelona es bueno para la ciudad, como punto de encuentro y referencia cultural, y también es bueno para la Feria, que indudablemente ha crecido y mejorado con su ubicación en el Parc del Fórum, un espacio que ofrece todas las condiciones para que el evento se desarrolle con todo su potencial.

R.A. ¿Es importante para Barcelona que la Feria de Abril siga muchos años más celebrándose en su territorio?

J. C. En Barcelona se respira cultura y diversidad. Por eso queremos seguir acogiendo toda clase de acontecimientos y eventos que sumen en esa dirección, como la propia Feria de Abril, que nos aportan riqueza, refuerzan nuestra identidad colectiva y nos ayudan a continuar ejerciendo como lo que somos: una de las grandes capitales culturales de Europa y del mundo.

R.A. ¿Le augura un largo futuro a la Feria? Lo digo porque es un acto que está organizado por catalanes de tercera o cuarta generación cuyas raíces andaluzas están cada vez más alejadas en el tiempo.

J.C. La Feria de Abril de Catalunya y sus casetas son un punto de encuentro intergeneracional desde hace casi 50 años, donde personas de todas las edades se encuentran con familiares y amigos, tanto nacidos en Andalucía como nacidos en la ciudad y en Cataluña.

Estoy convencido de que este año volveremos a disfrutar de una Feria de Abril repleta de personas que se la harán suya y que serán la mejor muestra de que esta fiesta está más viva que nunca.

R.A. ¿Cambiaría algo de la Feria?             

J.C. Más allá de cambios concretos, lo que me gustaría destacar es que considero que parte del éxito de la Feria reside en su capacidad de aglutinar las tradiciones con la adaptación a los nuevos tiempos. La evolución de la Feria también es un reflejo de la propia evolución de las raíces andaluzas dentro de la sociedad catalana. Unas raíces que no hay que perder de vista, porque en ellas nos reconocemos muchos catalanes y catalanas.

R.A. Ha visitado en muchas ocasiones el Real de la Feria catalana. ¿Qué se ha llevado a nivel personal de dichas visitas?

J.C. Me he llevado muchas cosas, todas inmateriales, que son las que más recordamos. No seré capaz de explicarlas todas. Me he llevado la pasión y entusiasmo de las personas que visitan las casetas. Me he llevado las ganas de vivir y la alegría en los bailes por sevillanas y muchas conversaciones interesantes alrededor de una buena tapa de pescaíto. Pero sobre todo me he llevado amigos y amigas a las que veo cada mes de abril, me refiero a todas las personas que hacen posible la Feria y que trabajan de forma incansable para hacer que la edición de cada año siempre sea mejor que la anterior.

R.A. ¿Qué disfruta más de la Feria de Abril de Catalunya?

J.C. Es imposible destacar una cosa. Pero si he de elegir, lo que más me gusta de la Feria de Abril es la atmósfera que se crea durante su celebración. Una atmósfera de amistad y fraternidad entre las hermandades que forman parte de ella, entre las personas que la hacen posible y sobre todo entre las personas que, seguro que este año más que nunca, vamos a disfrutar de una Feria de Abril única y apasionante.

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